Con una recría adecuada en nuestra ganadería las vacas que paren por primera vez a los 29 meses (cubrición a 19-20 meses) mantienen posteriormente un ritmo reproductivo igual o mejor que las que paren a los 36 meses (cubrición a partir de 24 meses). Es decir cada día que pasa de los 19 meses sin cubrir una novilla a nivel productivo es un día que la vaca come y no produce nada.
Puede ocurrir que con recrías deficientes o por otras causas especiales en otras ganaderías merezca la pena alargar el periodo de recría. Por ejemplo tienes la paridera concentrada en una época del años (3-4 meses) no te queda otra que ir a primeros partos a los dos años o dejarlo hasta los tres.
La razón que se suele argumentar es que las novillas no desarrollan tanto. Puede ser cierto pero el problema no es la edad al primer parto sino la alimentación durante esta primera lactación. El ejemplo evitente lo tenemos en el ganado de leche que pare a 24 meses y esto no afecta en nada su desarrollo corporal, con el añadido de que están sometidas a un estres productivo tremendamente superior al de una vaca de carne.
Como en todo, cada uno en su casa debe llegar a sus propias conclusiones.